jueves, 22 de marzo de 2007

PROPUESTA PARA LA ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) DESDE IZQUIERDA UNIDA




PROPUESTA PARA LA ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) DESDE IZQUIERDA UNIDA


I. INTRODUCCIÓN

La dinámica de nuestro proceso Revolucionario nos ha conducido a un nuevo escenario, el escenario de la creación del Partido Unido de la Revolución, el mismo es el resultante del desarrollo lógico de las fuerzas revolucionarias, la izquierda venezolana ha sido históricamente un gran delta poblado de islas, islas mas grandes o mas pequeñas, pero islas al fin; islas que bajo la forma de partidos, grupos de opinión, o grupos sociales, comunitarios o de base, han aportado, cada uno a su manera, para la construcción de esta revolución. Pero la revolución es exigente y nos pide en la actual coyuntura articular ese hermoso reguero de organizaciones que desde las bases han sustentado y sustentan este proceso de cambios sociales para dar paso a la construcción del gran partido revolucionario que dirija la realización de la tarea principal de nuestra clase oprimida: LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO. Para lograr cumplir con esa exigencia del proceso todos los revolucionarios debemos afrontar una serie de retos entre los cuales podríamos enumerar como los principales: 1) Definir ideológicamente el modelo socialista a construir, mediante el debate entre iguales; y 2) Establecer una forma de integración de las organizaciones revolucionarias a la luz del modelo socialista propuesto. Es por ello que IZQUIERDA UNIDA presenta el siguiente texto como un aporte modesto para el necesario debate sobre el segundo de esos retos, concretamente sobre la forma de integración de las organizaciones revolucionarias a la luz del modelo socialista propuesto, no podemos repetir el error de tratar de cambiar una sociedad con formas organizativas que reproducen la lógica de dominación contra la cual luchamos, por ello consideramos de vital importancia el debate sobre la organización revolucionaria necesaria, partiendo de nuestro origen ideológico. IZQUIERDA UNIDA, es una organización que queda definida en el artículo 1º de sus Estatutos como un movimiento político y social que pretende contribuir a la transformación del actual sistema capitalista en un sistema socialista participativo y democrático, fundamentado en los principios de justicia, igualdad, solidaridad y respeto por la naturaleza y las diferencias personales, y asimismo afirma que dicha sociedad socialista se organizará a través de un estado social y democrático de derecho, republicano y federal.

Para conseguir este objetivo, IZQUIERDA UNIDA pretende organizar un debate nacional como uno de los instrumentos de los que se dota la revolución para avanzar en el proceso de transformación social. Asimismo, en atención a la finalidad con la que está constituida IZQUIERDA UNIDA, proponemos para el Partido Socialista Unido Venezolano (PSUV) y su funcionamiento interno una serie de principios y valores que pretenden ser coherentes con esa nueva forma social que se defiende para el conjunto de la ciudadanía.

Estos principios, que se van concretando a lo largo del articulado del presente texto, sirven de base para la discusión de cómo serán los estatutos del mismo PSUV y, más allá, de pauta para la actuación de los órganos y de los/as afiliados/as al PSUV

Partiendo de la idea de que la organización debe servir para facilitar la consecución de los objetivos políticos, adecuándose de manera flexible a los mismos, se intenta, a través de esta propuesta, mantener un equilibrio entre la imprescindible flexibilidad de la variedad de experiencias, prácticas, sensibilidades, tendencias, procedencias políticas y culturales que queremos convivan en el PSUV, con la finalidad propia de una organización política que, como será ese gran partido de la revolución, tiene como objetivo contribuir a la transformación social y que, como tal, necesita una estructura organizativa que permita dirigirse a la sociedad con una voz coherente. Ese equilibrio entre la flexibilidad y la necesidad de un mínimo organizativo al que todos/as los/as afiliados/as y órganos han de adecuar su comportamiento es la pretensión fundamental de esta propuesta.

Son objetivos de la propuesta los siguientes:

1. Facilitar la participación y las aportaciones en el PSUV al mayor número de personas, sectores y colectivos progresistas. Esta participación se pretende no sólo desde la afiliación al PSUV, aunque éste sea un objetivo claro, sino también desde la aportación por personas, colectivos u organizaciones sociales, aunque partan de una perspectiva crítica hacia el PSUV. Personas que participan en movimientos ciudadanos, sindicatos, organizaciones en defensa de la libre opción sexual, por la igualdad de género, por la defensa del medio ambiente y del equilibrio natural, en defensa de los derechos como consumidores/as, de la mejora de los servicios públicos, de la economía social, de la economía solidaria, del comercio justo, del consumo responsable, de la financiación ética y alternativa, pequeños/as y medianos/as empresarios/as, comerciantes, de los derechos de las personas con mayores dificultades de integración, por la superación de las desigualdades entre países, por la democracia en los organismos internacionales, por la imposición de gravámenes en las transacciones financieras especulativas, deben tener las puertas abiertas en el PSUV, con mecanismos que permitan el enriquecimiento mutuo.

2. Facilitar la convivencia de las personas que se impliquen, en mayor o menor medida, en esta la creación de esta organización revolucionaria.

3. Construir una imagen coherente entre lo que se defiende y lo que se practica.

4. Potenciar la iniciativa desde lo local, llegando a una actuación coherente en lo general nacional e internacional.

5. Practicar la democracia participativa como máxima forma de socialismo organizativo.

Dejamos pues en sus manos estas propuestas, que aspiramos llegar a ver entre sus libros de uso diario, en el debate de su célula, su comité de base, su circulo bolivariano, su circulo patriótico, su consejo comunal, su radio comunitaria, su organización social, o su partido, gustosos estaremos si llegamos a ver este texto rayado, marcado, o con escritos al margen en sus paginas, comencemos el debate necesario.

II. LOS PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA



Para construir el PSUV debemos comenzar por definir una serie de principios que sirvan, desde la perspectiva del modelo de sociedad que se quiere construir, para marcar las pautas de actuación de los revolucionarios que formemos parte de esa organización, es por ello que proponemos para la ética y la moral revolucionaria, regirnos en la actuación política y en las relaciones entre los distintos componentes del PSUV, una serie de XX principios rectores que a continuación se describen a continuación:

A). EL PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO DEMOCRATICO Y EL CONSENSO

Siendo la democracia participativa y el socialismo el modelo de funcionamiento social por el que ha optado desde sus orígenes IZQUIERDA UNIDA para regular la convivencia y facilitar la plena realización política y social de las personas que poblamos la tierra, y desde el convencimiento de que la aplicación de la democracia integral es, en sociedades como la venezolana, la única forma de organización social que posibilitará la consecución de mayores niveles de justicia y respeto por el equilibrio medioambiental y por las diferencias personales, no puede ser otro el modelo de funcionamiento para lo interno de la organización.

La aplicación de criterios de funcionamiento democráticos, exige un cuestionamiento permanente de los mecanismos que permitan el máximo de participación a las personas afiliadas al PSUV en los procesos previos a la adopción de decisiones. Más allá, debemos abrir la posibilidad de que, sin la capacidad de decisión plena, las personas que han apoyado al proceso revolucionario o que simpaticen con las ideas globales y objetivos de esta formación política puedan tener voz en diferentes procesos.

Partiendo de que la soberanía en el PSUV debe residir en sus afiliados y afiliadas, la aplicación radical de los criterios democráticos debe llevarnos a facilitar la participación de personas que, sin haber asumido el compromiso de la afiliación, sí facilitan, a través de su voto, o a través de las actividades sociales u opiniones públicas, la presencia del proceso revolucionario en las instituciones y su actividad cotidiana. Dicha participación habrá que facilitarla desde las Asambleas de Base hasta las Áreas de Elaboración colectiva.

El funcionamiento democrático y participativo del PSUV se basará en la primacía del funcionamiento de las Asambleas en sus diferentes ámbitos. Es el instrumento que garantiza la participación más directa de las personas implicadas en la organización revolucionaria, al que se añadirán los mecanismos que permitan conocer la opinión y recabar las propuestas de aquellas personas cercanas a nuestro proyecto que no hayan optado por su afiliación. La generalización del uso de Internet facilitará, en parte, este objetivo.

En las Asambleas locales debemos garantizar que se den condiciones adecuadas para que funcionen:

§ La elaboración colectiva.
§ El contacto habitual, sistemático y organizado con las organizaciones sociales y personas con inquietudes de su entorno.
§ La estrecha colaboración entre cargos públicos y la organización.
§ Una dirección de las Asambleas que además de expresar criterios políticos sea motor y dinamizadora de la actividad de la afiliación.
§ Es imprescindible organizar los modos en los que toda la información importante pasa de la Asamblea a toda la afiliación y al entorno.
§ La elaboración de planes de trabajo evaluables y actualizados por la propia asamblea.

Si bien en una institución o entidad en la que existan intereses o posturas enfrentadas la democracia tiene un punto culminante en la votación para decidir la posición mayoritaria, la caracterización del PSUV como formación social y política que pretende aglutinar a diferentes sensibilidades sociales y tendencias socialistas, dentro del objetivo común al inicio expresado, exige que los procesos de debate no se promuevan con dinámica de confrontación, sino con la de la búsqueda de la síntesis con las aportaciones y enriquecimientos que los diferentes planteamientos o posturas aportan. Es por ello que el objetivo primero en todo proceso de debate interno debe ser el de la consecución del consenso, en el que la gran mayoría pueda sentirse reflejado e identificado.

Sin embargo, partiendo de la conciencia de que no en todas las ocasiones será posible alcanzar el consenso, cuando tras el proceso participativo de intercambio de opiniones no se llegue a posturas consensuadas, se acudirá a la votación que determinará la posición oficial del PSUV.

La democracia socialista aplicada a lo interno del PSUV no sólo exige la aplicación de mecanismos democráticos para la toma de decisiones, sino también la asunción individual de la idea democrática, de manera que se sea capaz de asumir las decisiones tanto por quien queda en minoría, con respeto hacia las decisiones adoptadas, como por quien queda en mayoría, con el respeto pleno que ha de mostrarse hacia las posiciones y personas que han quedado en minoría. En ningún caso favorecerá a nuestro proyecto acudir a los medios de comunicación para dar traslado a las diferencias políticas que deben resolverse en el ámbito interno.

B). PRINCIPIO DE COHESIÓN

Las condiciones políticas, jurídico legislativas, sociales y culturales en las que tenemos que actuar tanto en el estado venezolano como a nivel Latinoamericano y mundial, exigen la necesidad de la cohesión y la coordinación en la elaboración de los contenidos generales de un mismo proyecto transformador, que se plasmen no sólo en principios sino también en normas organizativas y de resolución de conflictos.

Esta práctica no está exenta de contradicciones, diferencias y matices, inherentes como es lógico, a toda actividad humana o política, y mucho más en lo que atañe a un proyecto político transformador y en un momento de acelerados cambios de todo tipo. Pero el buen sentido nos indica que no debemos fragmentar lo que exige unidad, sino potenciar y articular, combinando el debate más amplio y plural con la unidad de acción para el desarrollo del proyecto común en las condiciones especificas que se dan en un Estado pluricultural y multiétnico como es Venezuela.

En todo caso, y salvaguardando el derecho de libre expresión de cualquier miembro, estará establecido el carácter vinculante para todos de los acuerdos adoptados. Estos constituirán la posición y la línea de actuación unitaria del conjunto del PSUV.

C). PRINCIPIO DE FEDERALIDAD

El proyecto político y organizativo que representa la Revolución Bolivariana se sustenta en el más amplio reconocimiento del pluralismo interno. Dicho pluralismo se expresa tanto en la vertiente ideológica, como en la vertiente geográfica o cultural, al encontrarnos en un estado pluricultural y multiétnico.

Las distintas posiciones solo serán superadas con la búsqueda permanente del dialogo y el consenso en la defensa de la cohesión y del proyecto común. El PSUV pretendera hacer compatible el reconocimiento de la especificidad desde la soberanía propia, con la corresponsabilización solidaria, desde la aplicación de los principios del federalismo, tal como lo expresan las ideas Zamoranas.

El federalismo no es sólo una técnica jurídica u organizativa, sino también el reconocimiento de la soberanía originaria de cada una de las partes, en lo que atañe a su ámbito, como condición primera para avanzar democráticamente y por medio de voluntad política, hacia la unión federal. Esta voluntad política nace del convencimiento de compartir un proyecto político común así como la solidaridad y la responsabilidad como elemento imprescindible para la suma, en un proyecto político, de todas aquellas personas que, por sus intereses y valores, aspiran a la transformación de la sociedad.

La validez de esta afirmación topa con la dificultad de administrar en lo concreto diversidad y proyecto unitario, disminuyendo al máximo las tendencias centrifugas y centrípetas en el proceso, dificultad que más allá del error o acierto en tal o cual propuesta organizativa -siempre mejorable y modificable- pasa, en primer lugar por la aceptación del pluralismo territorial y cultural de los estados de la nación venezolana como un hecho real para el proyecto del socialismo bolivariano y no como un elemento de conflicto. Por ello es necesaria la concreción del principio federal. Cualquier principio de funcionamiento federal razonable exige dos cosas:

Comprender la necesidad de un acuerdo político de fondo que nos lleve a un funcionamiento organizativamente coordinado, con expresa voluntad política de realizarlo.
Un acuerdo sobre las competencias de cada parte federal y sobre las competencias comunes.

Si la Revolución Bolivariana defiende para Venezuela un Estado Socialista, Federal y Republicano, consecuentemente debe tener un funcionamiento federal, con lo cual se respeta la soberanía jurídica y política de las Regiones y Municipios del PSUV en todos los Estados de Venezuela.

El Pacto Federal está basado, por tanto, en el reconocimiento de la Autonomía y de la Soberanía de cada una de las partes, en el ámbito de sus competencias y de la corresponsabilidad de las mismas en el desarrollo ideológico, político y organizativo del proyecto común.

Cualquier variación sustancial de esta situación, derivada de cambio en la configuración político- territorial de Venezuela o de Latinoamérica, o como consecuencia de las necesidades políticas de cada una de las partes deberá debatirse y aprobarse, con documentación y propuestas razonadas en los órganos respectivos competentes.

D). PRINCIPIO DE PLURALISMO

El pluralismo es un valor que IZQUIERDA UNIDA considera consustancial a la apuesta por la renovación cultural, política y organizativa de la izquierda transformadora del siglo XXI. La afirmación positiva de este principio en el PSUV tiene que ver con los distintos planos en los que se articula hoy la diversidad de la izquierda transformadora: el plano ideológico y el ámbito de los territorios, al que se ha hecho referencia con anterioridad.

El pluralismo ideológico hunde sus raíces, en primer lugar, en las distintas tradiciones ideológicas y culturales de quienes forman parte de la Izquierda Venezolana desde sus orígenes (socialista, comunista, anarquista, republicana, libertaria, ecologista, feminista, pacifista, indigenista, y de izquierda revolucionaria) y busca la ampliación a quienes parten de inquietudes sociales que van emergiendo con los cambios sociales que se producen constantemente.

Esta apuesta se sigue formulando desde el absoluto respeto a la identidad ideológica de cada cual, individual o colectivamente, sin la pretensión de que nadie deba renunciar a su trayectoria ni a su identidad para contribuir a la tarea de renovación política y cultural de la izquierda. Y sin pretender por tanto forzar la aparición de una nueva identidad ideológica única de todas y todos los miembros del PSUV, que elimine u ocupe el lugar de la diversidad.

Junto a estos componentes básicos del pluralismo en el PSUV hay que tener en cuenta la diversidad de opiniones y propuestas que surgen en torno al debate político y programático que se produce en el hilo del análisis de la situación política y de las iniciativas a tomar.

Asumido el pluralismo como señal de identidad básica del PSUV y admitida la complejidad de la articulación práctica de este pluralismo en una organización de carácter federal, en la que las personas afiliadas se pueden organizar, a su vez, en corrientes, y en la que se pretende un contacto intenso con los movimientos sociales no incorporados al PSUV, hay que buscar el equilibrio entre esta pluralidad y la efectividad política que evite convertir a la organización en un mero foro de debates. De lo que se trata es de complementar el respeto al pluralismo y a las diferencias de opinión con la cohesión necesaria para ir dando más concreción al programa y actuar en consecuencia.

Para complementar el pluralismo con la cohesión hay que partir de la aceptación en la práctica, entre asamblea y asamblea, de las normas y principios de comportamiento recogidos en los documentos programáticos y estatutarios que surjan del debate para la constitución del PSUV aprobados por consenso o por amplia mayoría, pues estas normas y principios de comportamiento deben ser pensadas para hacer la síntesis de las diferencias y facilitar la operatividad práctica de la organización en su conjunto.

En aplicación de este principio los Estatutos deben reconocer el derecho de sus miembros a pertenecer a otras organizaciones sociales, comunitarias o culturales, siempre que estas organizaciones estén integradas en el PSUV, que sus objetivos globales y principios de funcionamiento no entren en contradicción, ni en competencia electoral con el PSUV, y sin que este hecho pueda suponer privilegio alguno ni reconocimiento de situación especial en el seno de la organización, ni condicione la personalidad jurídica del PSUV.

Asimismo, para el desarrollo de esa pluralidad, los Estatutos deberán reconocer el derecho de los afiliados y afiliadas a organizarse en corrientes de opinión.

También en aplicación de este principio se tendrá que regular así mismo la elección de los órganos de dirección, en los que deben de respetarse la pluralidad para su integración.

En lo relativo a las candidaturas se establece un mecanismo que compatibilice la posibilidad de cohesión de configuración de equipos de trabajo y de favorecer el consenso con la pluralidad existente.

E). PRINCIPIO DE ELABORACIÓN COLECTIVA

El principio de elaboración colectiva es básico en la Revolución Bolivariana. La elaboración colectiva hace sujetos protagonistas a quienes desean intervenir en lo social, porque cada cual participa, desde su interés y conocimiento concreto, proponiendo, según su saber, ideas y experiencias, las iniciativas y alternativas que considera mejor y al mismo tiempo, aprendiendo de quienes, en la misma situación, aportan según su peculiar criterio.

La elaboración colectiva permite la superación de las contradicciones que, en el seno de los propios sectores sociales, introduce el sistema: trabajadoras y trabajadores y usuarios de un servicio publico entre si, y con respecto a la administración que determina las características y funcionamiento de los mismos; componentes de una comunidad educativa, como padres/madres, alumnas y alumnos y profesorado; agentes sociales en los procesos económicos, etc. El encuentro que, en el ámbito de la elaboración colectiva, se establece entre quienes desde distintas perspectivas e intereses desean encontrar una alternativa de izquierdas y viable, permite que esta no sea fruto de la presión o el dominio de una parte, sino consecuencia del esfuerzo común por mejorar y superar las realidades existentes, en un proceso en el que, asimismo, se rompe la compartimentación del conocimiento, dando paso a la integración del mismo en una visión mas global y solidaria. La elaboración colectiva introduce elementos de transversalidad en los procesos participativos que permiten, igualmente, superar la compartimentación territorial.

De esa manera, la democracia asamblearia de territorio encuentra una fuente de coherencia, ya que la soberanía de la asamblea tiene una limitación: la que exige la coherencia de la alternativa. Las contradicciones que, desde distintos ámbitos territoriales puedan generarse, por el planteamiento de alternativas contrapuestas, se superan en la horizontalidad de la participación, a través de los instrumentos de elaboración colectiva, que son, fundamentalmente, las áreas de elaboración colectiva.

La elaboración colectiva, en definitiva, aporta a la organización descentralización política, horizontalidad, capacidad participativa, coherencia y posibilidades alternativas y de movilización que las formaciones políticas clásicas no tienen.

Las Áreas de Elaboración Colectiva: Las áreas de elaboración colectiva son un instrumento importante de participación y dinamización de la movilización social que, a la vez, garantizan la coherencia con las alternativas programáticas y sociales. Las áreas han de ser uno de los elementos centrales de interlocución y relación con la sociedad y con los movimientos sociales, y de participación de la afiliación al PSUV.

Es necesario desarrollar nuestra capacidad para trasladar estas elaboraciones e iniciativas al conjunto de la sociedad y de los movimientos sociales, con el objetivo de implicar al mayor número de organizaciones, colectivos y personas en la toma de postura y en la actuación transformadora sobre su realidad. De la misma forma se contará con los movimientos sociales para la realización de jornadas, plenos ampliados, asesoramiento a los grupos institucionales y órganos de dirección del PSUV, y más en concreto en el proceso de elaboración programática, pudiendo participar en las Convenciones Programáticas con voz y sin voto.

A las áreas de elaboración colectiva les corresponde, dentro de su ámbito de elaboración y trabajo natural, por su conexión con la sociedad y colectivos sociales, un papel sustancial en la organización y desarrollo de las movilizaciones aprobadas y promovidas por el PSUV, que pueden venir de propuestas de las mismas áreas o tener un carácter más global en el que hay que colaborar. El desarrollo de las áreas de elaboración colectiva, que debemos entender de forma flexible y dinámica, implica resolver la integración y coordinación con el conjunto de la estructura territorial y de dirección del PSUV, que son quienes tienen, en definitiva, el carácter decisorio en cada ámbito, para asegurar un trabajo eficaz y operativo en el conjunto del Movimiento Revolucionario Venezolano.

Los Grupos de trabajo: Los órganos de dirección del PSUV, en todos los niveles, propiciarán, además, la creación de grupos de trabajo específicos que promuevan la intervención de la afiliación del PSUV y de las personas o colectivos interesados en problemas concretos de fuerte incidencia social, que desborden el marco temático de las áreas existentes.

F). PRINCIPIO DE EQUILIBRIO ENTRE GENEROS

Siendo un objetivo de la Revolución Bolivariana el de conseguir eliminar las barreras y obstáculos sociales que dificultan la incorporación de la mujer a la asunción de responsabilidades organizativas y representativas al mismo nivel que los hombres, en el PSUV se contemplarán medidas que tiendan a la paridad en lo relativo a los órganos de dirección y candidaturas electorales, lo cual deberá complementarse con la adecuación de horarios y los cambios de hábitos necesarios para equilibrar la participación de las mujeres y los hombres en la vida política.

El objetivo, tanto en las listas para la elección de estructuras orgánicas como en las candidaturas para las instituciones de elección popular, es evitar que el género o la opción sexual de las personas afiliadas al PSUV condicionen su composición. Siendo evidente que la cultura social imperante y la propia práctica política impone diferencias en las posibilidades de acceso a los cargos y a la propia participación política activa, se optará en el PSUV por establecer normas que obliguen que en la composición de los órganos y de las candidaturas electorales ningún género pueda superar el porcentaje de afiliados o afiliadas que dicho genero posee dentro de la respectiva estructura del PSUV, entendiéndose lo contrario como excepcional.

Este principio impone, más allá de la regulación estatutaria, la necesidad de impulsar la afiliación de mujeres y su participación en todas las actividades de la organización revolucionaria, removiendo los obstáculos que la dificulten, de tal forma que su presencia sea la consecuencia natural de su implicación en todos los procesos.


G). PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES.

El Socialismo Bolivariano se declara como un proyecto joven y de los jóvenes, y por ello, especialmente sensible hacia los graves problemas que sufre la juventud, por lo que la presencia de jóvenes en su estructura se hace imprescindible para la viabilidad del proyecto político, creando políticas correctoras que fomenten la participación de este colectivo en el PSUV. Nuestra Revolución es un proyecto joven que posee, como eje fundamental de su política, la transformación de la realidad social hacia una nueva, más participativa y dinámica, en la cual la juventud sea protagonista activa de su futuro, potenciando sus inquietudes e integrando las iniciativas transformadoras de sus problemas. Para ello, en los Estatutos se debe establecer que, con carácter general, tanto en las candidaturas, como en los órganos internos se procure incluir un 15% de jóvenes en torno a los 25 años.

H). PRINCIPIO DE LIMITACIÓN DE LA PERMANENCIA EN LOS CARGOS PÚBLICOS Y ORGANICOS DEL PSUV

Se debe establecer el mecanismo de la limitación de permanencia en los cargos, como un instrumento para evitar la profesionalización, la pérdida del impulso, la dependencia económica y la burocratización política, así como para posibilitar la renovación personal, la incorporación de nuevos valores, el incremento del compromiso de más personas. En el mismo sentido, el automatismo en la limitación de cargos, obliga a la búsqueda permanente de nuevas personas capaces y dispuestas a asumir responsabilidades y evita situaciones tensas y traumáticas que, en caso contrario, se producen indefectiblemente.

A la vez, siendo conscientes de la necesidad de aprovechar al máximo la experiencia, conocimientos y habilidades que se adquieren cuando se han asumido las responsabilidades derivadas del desempeño de los cargos, ha de buscarse el mecanismo que permita, al mismo tiempo que la no perpetuación en los puestos de responsabilidad, la reversión del aprendizaje al conjunto de la organización.

Este hecho, unido a otras circunstancias particulares de cada lugar y tiempo, hacen que, siempre que existan razones suficientes, y con carácter excepcional, pueda flexibilizarse algo esta limitación temporal.

Este principio tendrá la misma aplicación para las responsabilidades políticas y organizativas del PSUV y para los cargos públicos.


I). PRINCIPIO DE ACTUACION TRANSPARENTE Y HONESTA DE LOS CARGOS ORGANICOS Y PUBLICOS DEL PSUV

Siendo una seña de identidad de la Revolución Bolivariana desde sus orígenes la defensa y la práctica de la honestidad y transparencia por todas aquellas personas que ostentan puestos de responsabilidad y representación, por ser éste un requisito básico de una organización política revolucionaria y de una sociedad realmente democrática y socialista, se deben introducir en los presente estatutos un mínimo de criterios a los que, en aplicación de estos principios, ha de adecuarse la actividad de los representantes del PSUV.
Para ser capaces de convencer a la mayoría de la sociedad de que el ejercicio de la política desde la perspectiva socialista no es un medio para obtener beneficios personales, sino para servir al objetivo de conseguir una sociedad más justa, más ética, más respetuosa con el medio ambiente y más solidaria, es conveniente plasmar los principios de actuación ética que han de ser la pauta de actuación unánime de nuestros y nuestras representantes. Es por ello que, en el articulado de los Estatutos se hace necesario hacer especial mención a dichos criterios.